La determinación de la concentración de nitrógeno (N), fósforo
(P), potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg), azufre (S), hierro (Fe),
manganeso (Mn), zinc (Zn), cobre (Cu) y boro (B) en los fertilizantes
permite corroborar las cantidades de nutrimentos
que dice aportar el producto, además de garantizar que estamos
aplicando la dosis y los nutrimentos que el cultivo necesita.
Por lo tanto, los resultados provenientes del análisis nutrimental
de los fertilizantes pueden utilizarse para ajustar de forma
certera las dosis necesarias de éstos para el desarrollo adecuado
del cultivo según sus requerimientos nutrimentales.
Algunos fertilizantes pueden aportar sodio (Na), el cual es un
elemento que genera problemas de salinidad que pueden
afectar al cultivo. Por lo tanto, el conocimiento de la concentración
este elemento nos ayuda a definir la calidad del fertilizante
dado que es un elemento no deseable para el suelo. Las concentraciones de este elemento en el
fertilizante y en el suelo definirán el uso de estos productos en los programas de fertilización
según el manejo agronómico y sensibilidad del cultivo. En el mismo sentido, conocer las concentraciones
de cloro (Cl) en los fertilizantes es de suma importancia, ya que puede generar toxicidad
en el cultivo según la sensibilidad de cada especie y concentración de este elemento en el
fertilizante.
Por otro lado, el análisis físico de los fertilizantes también nos permite evaluar la calidad de estos productos, ya que determinaciones como la granulometría nos permite prever o corroborar la segregación y apelmazamiento de cada lote de fertilizante para su adecuado manejo, lo cual puede afectar la respuesta agronómica del producto en campo. Asimismo, el análisis de pH nos ayuda a elegir el fertilizante en función de la reactividad del suelo o agua, considerando el ambiente donde se aplicará y evitar así, dañar al cultivo.
La conductividad eléctrica se relaciona con el contenido de sales en el fertilizante, por lo que, es necesario conocer esta cualidad para hacer un bueno uso de estos productos; dado que, aplicar fertilizantes con alta conductividad eléctrica en suelos con problemas de sales, podría agravar el problema y afectar gravemente el desarrollo del cultivo.
El análisis de la densidad de los fertilizantes permite evaluar aspectos para su conservación y manejo, así como conocer el contenido nutrimental de fertilizantes líquidos con base en su volumen y utilizar las dosis correctas del producto. De igual forma, conocer la solubilidad de los fertilizantes químicos en agua ayuda a determinar su uso potencial en sistemas de producción bajo fertirriego o hidroponía, donde es posible aplicar los fertilizantes en agua para su aplicación al cultivo. Los fertilizantes con baja solubilidad no son prácticos para sistemas de fertirriego o hidroponía, ya que requieren grandes cantidades de agua, o en su defecto, requieren otros productos para su aprovechamiento por el cultivo.
Finalmente, el análisis de la acidez libre permite conocer la reactividad de cada fertilizante expresada como grado de acidez comparada con el ácido sulfúrico. Este dato es importante ya que cada fertilizante en el mercado presenta un grado diferente de acidez, el cual permite tomar decisiones sobre su manejo y aplicación en cada sistema de producción.